TESELAS

UNA ALMOHADA RELLENA DE CUENTOS

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A Laura Rincón siempre le gustaron los rompecabezas. Desde niña adoraba sentarse en cualquier alfombra y jugar a encajar las piezas  agrupándolas por colores, por formas, casi por instinto.

Siempre comenzaba separando la paja del trigo, inspirándose quizá en como su madre troceaba las judías, con ritmo, casi con precipitación. Después definía los bordes aprovechando las certezas de las líneas rectas, para concluir en la recóndita tierra media donde nada es lo que parece.

Laura llevó su afición hasta las últimas consecuencias, le gustaba recortar imágenes en mil pedazos y combinarlas aleatoriamente. Así su mundo se llenó de parejas imposibles, animales irreales y paisajes delirantes.

El tiempo le enseñó que no le gustaban las cosas únicas, que necesitaba múltiples perspectivas, nada es blanco o negro, todo es diverso. No hubo remedio, se dejó arrastrar por la contradicción y desde entonces se divierte mezclando.

Definitivamente su amor por los  puzzles la terminó convirtiendo en una alquimista del mestizaje.

Amparo Lledó

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