UNA ALMOHADA RELLENA DE CUENTOS
Vicente es directo y campechano. Habla con naturalidad de su trayectoria vital, sin dar importancia a los servicios prestados durante media vida, como si fuera usual encontrar gente como él a cada paso del camino.
Hay personas que desde niñas poseen una brújula que detecta problemas y provee soluciones. Vicente es de esos, con mucho de visionario y el respaldo de una fe férrea, ha sido y es capaz de enfrentarse a desafíos cotidianos. En la enseñanza, en la gestión y a menudo en esa parte fea de la vida, donde a muchos nos cuesta mirar. Desde hace años lidera el Grupo Martes en Valencia, donde escucha y apoya a cientos de personas que se han perdido en la oscuridad densa de las adicciones.
Es un orientador nato experto en reescribir segundas oportunidades, transmite la franqueza del que se ha enfrentado a todo y dejado atrás dolor y decepciones. Su positividad ayuda a no mirar a quien quedó en el camino, sino a poner la diana en los muchos salvavidas que han llegado a tierra firme.
Imagino la tenacidad, y la delicadeza del pescador, un rescatador que endereza vidas para después pasar a la retaguardia permaneciendo vigilante. La entrega de quien abandona su vida propia, de quien olvida limitaciones y desafíos, porque posee la certeza absoluta de que está viviendo la vida que debe vivir. Viviendo a través del chaval al que orienta o del enfermo perdido al que debe reconducir. Es como ese faro que nunca descansa.
Una voluntad de guía y servicio que me hizo sonreír cuando al despedirnos nos narraba sus achaques y limitaciones con una rodilla castigada. “No os preocupéis ya estoy mirando precios para esos cochecillos eléctricos, dentro de nada me veis por el carril bici”
Lo dicho Vicente y su voluntad, no paran quietos.
He sido una de las personas afortunadas de haber recibido ayuda del grupo martes y me congratulo de conocer en persona a Don Vicente y porque no decirlo tener cierto grado de amistad con él. Don Vicente es una persona entregada a salvar vidas y no desfallece cuando las cosas se ponen cuesta arriba. A personas como Don Vicente habría que premiarlas de un modo u otro aunque conociendo a Don Vicente sé que el único reconocimiento que querría es ayuda para el grupo martes para poder seguir ayudando personas con problemas de adicción. GRANDE DON VICENTE
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